Destino? já, pura falacia.

2am de la mañana. Moira no sabia que hacer, se asomó al patio, llovia torrencialmente. Fue hasta su cuarto, buscó una frazada y se envolvió con ella. Agarro los puchos de la mesita de luz, caso las pantuflas y se dirigio al patio denuevo.
Se ubicó debajo de un toldo y suavemente prendió el Malboro.
Sentía denuevo ese hermoso placer de un cigarrillo nuevo en una noche lluviosa, la humedad le hacía acurrucarse cada ves mas sobre su frazada , busco una silla y se sentó.
La lluvia comenzó a desaparecer y se torno en una llovisna, pero el frió continuaba ahí.
El fuego se comenzaba a apagar y depronto solo quedo la colilla, hizo su última y profunda pitada y lo tiro al pasto junto con alguna que otra colilla que había dejado la noche anterior.
Moira solia sufrir de insomio durante las noches, ella era mas bien un murciélago, domia de dia y salia por la noche. Le gustaba la orcuridad y la tranquilidad.
Siguió un rato mas mirando esa llovisna y pensando en el devenir.
Miro su reloj: 2.47am .. faltaba todavia.
Penso en prender otro Malboro, pero sus dedos estaban demasiado frios para fumar otro pucho.
Se tiro un poco de aliento en sus manos para calentarse y se acobijó mas en su frazada. En ese entonces se encontraba con las rodillas dobladas y sus pies arriba de la silla, en pocicion de bicho bolita y la frazada violeta cubriendola. La punta de su nariz estaba roja, el frío era casi intolerante, pero a ella no le importaba, ella no lo sentía, solo su cuerpo lo sentía.
Volvió a mirar el reloj: 2.57am.. ya casi era hora.
Los dedos de los pies se le endurecieron, pues no tenia medias. Su nariz estaba completamente roja y ya no sentia sus manos. La lluvia cesó y marcaron las 3... era hora.
Se quitó la frazada, caminó unos pasos hasta el borde de su pileta, y se arrojó. HELADA, esa era la palabra para descibir la pileta, el agua, el clima, su alma. Su pileta era muy honda, ella no hacia pié, su corazón comenzó a palpitar cada ves menos y Moira no sabia nadar. No forsó, no se esforzó. No se resistía, ella no quería salir, sentía como cada parte de su cuerpo se iba paralizando, como el agua le entraba a sus pulmones, como el corazón se aceleró y luego nada. Dejó de latir. En ese moemento se sintió liviana, libre. Llegó a su paz.